martes, 23 de febrero de 2010

poeta


La piel de la noche suda sueños,
los anhelos crecen por todo su cuerpo
perfumado con el cato de las estrellas,

La plateada dama errante camina
de nueva a vieja, aullando soledades,
que bajo la manta del olvido esconde.

La lujuria se vistió de pasión carmesí,
al fundir el sol en el rojizo horizonte,
gozosa y descarada orgía de negro y rojo.

Bajo todo esto, el poeta… se viste,
las prendas de la noche,
la sonrisa de la mañana,
el perfume del atardecer,

Pasea entre la piel cedida de la amante,
posando en ella los sueños de la noche
con cantos de estrellas,
dejando olvidos desnudos que temen salir
y la escandalosa luna los proclama.
Hunde su cuerpo en el gozo
reclamando la hora divina…
de fundirse el la ola de mar…

Mañana, en la orilla del mar
aparecerá un poema escrito,
junto al poeta exhausto…
con los besos de la noche
marcando su piel plateada.


Paco
22-02-10

1 comentario:

Mayte S. dijo...

Que buen poema, toda una expresión sensitiva que has reproducido con metáforas hermosas.

Saludos, esencia.

pacocao2002@yahoo.es

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