Sigo sin ser nada,
ni aire,
ni suspiro,
ni sombra…
Sólo un alma
cubierta de cuerpo,
Sólo un latir
perdido en el amor.
Sólo…
Nada…
La brisa me dice que estoy vivo
pero que no soy nada,
me dice que late mi corazón,
pero que no sirve de nada…
Pues soy eso que mueve la sombra,
esa sombra que parpadea
errante entre el vacío y la ausencia…
Nada…
ni aire, ni suspiro, ni sombra…
ausencia…
silencio…
La noche me llama por mi nombre,
ausente de la vida recorro el camino…
sólo,
y todo me vuelve a confirma lo mismo…
Sigo sin ser nada,
ni aire,
ni suspiro,
ni sombra…
Sólo un alma
cubierta de cuerpo.
Romero de Buñol
27-04-14
3 comentarios:
precioso ese nada
Me encanta este poema. De mis preferidos.
Me encanta este poema. De mis preferidos.
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