Mañana, hoy, ayer

 

Ha llegado el futuro.
(Proclaman los clarines)
Y ya solo es presente
que veloz va al pasado.

Es el mañana luz,
donde atamos anhelos
y nuestro hoy se subyuga
al camino del ser.

El día está vacío,
y sí. Nos atormentan
las teselas dispuestas
sobre el verde tapiz.

Este miedo, la duda
de lo que se va a alcanzar
ciega con mil abismos 
el ahora inmaculado.

Es un refugio noble
el recordado ayer,
porque lo hemos vivido
y carente de miedo
nos abraza piadoso.

Bien sea nuestro o no
sabemos ya su fin.
Tenemos testimonios,
las historias famosas 
inventadas y reales.

Con asiduidad ahí caemos,
en el pozo negruzco
de frías aguas vadeadas 
y nos anclamos fuertes
para no mirar al mañana.

Llega un nuevo futuro, 
precedido de ahora,
con un sinfín de historia
y ya se pierde gris 
en olvidadas páginas 
llenas con los recuerdos.

Romero de Buñol
23-03-2024