No…
no te tengo a ti…
ni tus besos ni tu cariño…
ya casi ni el recuerdo de ellos.
Tan sólo
el líquido de una botella
acompaña mi vida
y llena el roce de mis labios…
¿Besos?
no se si llamarlos así
pero ahuyentan tu distancia
de mis labios…
de mis brazos…
No…
no te tengo a ti…
bebo y bebo…
sin que eso serene mi alma,
bebo y bebo…
sin que eso me de la paz de tu ausencia.
Cuando caiga ebrio,
derrotado por tu alejamiento,
una lágrima recorrerá mi rostro
como tantos días,
y en silencio confesaré
todo lo que te amé
y no…
no te tengo a ti…
acabaré con mi llanto
recordando tus labios
y tu mano
acariciando mi rostro.
Romero de Buñol
11-11-12
No hay comentarios:
Publicar un comentario