El silencio,
y las estrellas solitarias…
El olvido,
y el momento de cópula con la eternidad.
La armonía de la noche
y el contrapunto inicial de tus caricias
No hay música ni silencio
en las estrellas, ni en la noche,
tan sólo el tenue caminar de tus dedos
sobre mi desnuda piel,
en silencio,
producen la música
que vibra en la perpetuidad de mi esencia…
esa que el olvido nunca acalla.
Romero de Buñol
30-05-12
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