Amanece en este horizonte,
un haz de luz ambiciona aparecer
entre la desmesurada oscuridad
que cubre cada rincón.
¿Se irán mis miedos con la oscuridad
o nuevamente se quedaran
cómo el perfume de aquella mujer
pegados en las sábanas…?
Viene el día,
se marcha la noche…
y mis sin dormir péndula
entre el sueño y la ansiedad
que produce el desconocimiento,
la duda…
de si nuevamente va a ser una mentira
o ciertamente serás…
Amanece,
ya no queda tiempo,
el día cabalga ya en el horizonte
y pronto estaremos cara a cara…
juzgando lo que nos vendieron.
Romero de Buñol
30-03-2012
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