Tan sólo soy tu capricho,
cuando me deas,
cuado de mi tienes ansias,
de mis besos,
de mis palabras cálidas,
de mi arrullo…
tan sólo entonces te acuerdas de mi.
Tu capricho
un hombre para usas a tu antojo,
cuando la soledad te
abruma,
y el deseo inunda tu cuerpo…
entonces marcas mi número,
el de tu capricho…
Y yo… mi amor,
a diario espero esa llamada
para estar a tu lado,
para gozar de tu ser,
para perderme en tus brazos
y hallar mi felicidad
anclada en tus labios.
Romero de Buñol
14-01-2012
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