Sacúdete poeta,
quítate el polvo rancio de la soledad,
olvida viejas batallas perdidas en la noche
para ver el amanecer del verbo.
Convierte tus agrias lágrimas en dulce rocío estival,
que refresquen el alma dolida de la humanidad.
No, no cierres los ojos a las vergüenzas
que los hombres cometemos concientemente,
humillando a otro ser, a la vida, al planeta.
Llámame y juntos alzaremos un himno de repulsa
contra el hombre que viola la libertad, golpea, mancilla.
Ahora poeta,
coge tu pluma herida en la melancolía
y ruge sueños de esperanzas que de luz
al ser olvidado que vaga temeroso de la felicidad
creyendo que para él no se inventó.
Poeta,
sacude tu polvo rancio
y escribe nuevos versos.
Paco
13-08-10
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