Llora hoy la humildad,
perdió a su gran hijo,
Vicente ha partido de viaje,
va a habitar su morada celestial,
esa que día a día sin quererlo,
sin pretenderlo creo junto al Señor,
Cada mendrugo de pan que dio,
cada vez que cogió el azadón
para ayudar al manco con su labranza,
cada caricia que dio al dolido,
cada vez que se sentó a enseñar
al niño perdido, hambriento
fueron piedras sólidas para su mansión.
Llora hoy la caridad.
su estandarte fue llamado a palacio,
ya machó a la diestra del creador
donde humildemente se lo hemos otorgado.
Por su humildad.
Por su caridad.
Por su entrega
Vicente Ferrer, partió a ocupar su trono,
a habitar su mansión
a la diestra del creador, a la derecha del señor
Paco
19-06-09
1 comentario:
Solo su alma descansa, por que el fruto que sembro quedo enraizado en lo profundo de la tierra...
Lindo recuerdo el tuyo a su labor.
Besin, Reme.
Publicar un comentario