y no temas…
yo abriré la puerta del infierno
y bajaremos a gozar
de las mieles prohibidas
que nacen en tus labios…
y sobre tu cuerpo se expanden.
Lameré tu piel,
morderé tus pechos,
saborearemos el delirio…
y mientras me siento tuyo
el infierno se convertirá en un edén.
Quiero envenarme
en tu afrodisíaco embrujo,
y precitarme borracho de deseo
sobre tu sexo húmedo,
Sentir…
quiero sentir…
como enejada, poseída,
gozas conmigo
en la antesala de lo prohibido,
y nuestras caricias
llegan más allá
de tocar la piel y encender un deseo.
llegan allá donde la creación nació
y dan el sentido a la existencia.
Enrédame…
enrédame en tu loco frenesí.
Quiero viajar en brazos de tu lujuria…
y amar cada partícula de tu cuerpo
y ligarlas a mi alma…
Abrázame,
bésame…
siente como me haces tuyo,
y nuestros cuerpos se enredan en uno solo,
que goza, chilla y siente…
y el goce invade
cada poro de esta simbiosis.
Romero de Buñol
24-05-13
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