Te miro y no te creo,
paseo tu calles
y vuelve mi niñez.
Recuerdo la Torre Maria,
y mi calle empedrada,
recuerdo los charcos
y el paseo de Borrunes.
Recuerdo bajar al solfeo
y bajar por el castillo,
por las torretas…
entrar en la biblioteca
y leer Aserix y Obelixs…
¿Recuerdas donde estaba?
Sí ahí,
donde hoy está el museo..
lo que era la iglesia…
¡Cómo han pasado los años!
y Buñol sigue con su magia,
con sus entrañables calles
donde florecen a cada paso
los recuerdos de mi niñez…
Los besos a escondidas,
los largos paseos cogidos de la mano.
las noches en la Cima bailando,
y luego en la Atomo…
Las copas en Sastrini,
y los cócteles en el Tahití…
Las tardes de cine
en los litros o en Montecarlos,
los conciertos en San Luis
allí, delante de la ermita.
Buñol…
mi vida se llena de ti,
de tus recuerdos
que hacen mi pasado
y poco a poco
forjan mi mañana.
Romero de Buñol
10-08-12
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