Y no es el mar de aguas turbulentas,
ni es el mar de aguas mansas
son tus ojos Mar los que llevan mi corazón
hacia los arrecifes del desconsuelo,
y son tus labios Mar los que me sumergen
en el ensueño de extrañarlos…
Y no es el tiempo mar de tu oleaje,
ni el de la brisa meciendo la eternidad,
hoy por fin Mar olearas impetuosa
en los segundos de vida que me resten,
y tu belleza iluminara mi vista
en los días oscuros de ausencias.
Mar.
mece tu cabello en la noche
y el lento oleaje de tu sonrisa
que encierre una deseo en mi pecho
y que solo un mar de aguas mansas
sea capaz de hacerlo florecer.
Romero de Buñol
13-07-12
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