Al final de la noche,
un pasillo largo
de farolas luminosas,
de asfalto regado,
de voces calladas….
Al final de la noche,
un recuerdo embriagado,
un nombre que se disipa
una ilusión,
un deseo,
que se queda atado,
flotando,
volátil
en la aureola
de una copa…
Al final de la noche,
dos caminos
que llevan a un mismo adiós,
de farolas
que despiertan y se apagan,
de un asfalto que llora
y un soliloquio
que golpea incesante
la ultima frase
de una despedida…
Romero de Buñol
18-09-2011
1 comentario:
Mi querido poeta y amigo, siempre es grato leerte. Un abrazo, Patty.
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