
Esta noche no hay luna,
ni melodía que murmure
entre las hojarascas del ayer.
Las opacas luces
siguen vibrando
en los recuerdos,
eso que fenecen
junto a la rosa
que moribunda
habita en su búcaro.
Mi destino vuelvo a escribir
con el lápiz ensangrentado,
las heridas vendadas
y los sueños hechos jirones
que permanecen
en la antesala de algún infierno
esperándome.
Esta noche no hay luna,
y aún así yo no bajaré
a ningún abismo…
Encenderé candiles
e iluminaran mi sombras,
para un dios onírico
o un ser tan mortal como yo,
coja mi mano…
y nueva mente florezca
una luna llena en mi noche.
Romero de Buñol
19-06-2011
1 comentario:
El cándil de la esperanza se ilumina en tus versos, con o sin la luna.
Besos
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