
Descamado y enharinado,
en una cama de patatas y cebollas,
talvez envuelto en un papel,
¿Dónde fue tu cabeza a rodar?
Con un limón haciéndote compañía,
o tal vez unas endivias aromatizadas
enmarcando el plato donde yacerás
La mesa, para ti, ya esta formada,
una botella de blanco vino,
copas para el y para el agua,
pala, tenedor, y la servilleta plegada.
Ya tan sólo faltas tu y yo…
y perdernos en los placeres
que otros llaman gula.
Paco
08-07-10
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