Ven Satanás, ven.
Llévame contigo a morar al infierno
pues a sus besos de pecado no voy a renunciar,
de sus caricias prohibidas no me pienso apartar.
Prepara mi caldera.
Pronto me llamaras a tu presencia, e iré victorioso,
bajaré dando gracias por el amor prohibido
que ella a escondida me regalo en noches de engaño.
Sólo tu Satán, sabes de mis lágrimas por ese amor,
sólo tu…
pero no me importa acompañarte en el sufrir de la eternidad
si ella me vuelve a regalar una noche más…
la lujurias de sus fantasías hechas realidades…
sobre este, tu cuerpo ya…
Ven Satanás, ven…
Llévame ya a morar al infierno
que esta noche… me volverá a amar.
Paco
31-08-09
2 comentarios:
Paco:
Mas que hermoso.
Placer total.Desde Argentina saluda Liliana.
¿Ya probastes el fruto prohibido?... Sí, lo dice tu mirada... cada palabra, cada poro de tu piel lo proclama.¿Colmó el mordisco tu carestía de amor?... Nooo, no quiero oir tu respuesta.
¡Llevatelo!, ¡Sí, llevatelo! Que no le importa cumplir su condena.
¡Llevatelo!, ¡Sí, llevatelo! Que su fruto lo disfrutó ya, y a su sabor no quiere renunciar...
¡Llevatelo...!
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