Grito tu nombre desolado en la noche,
las estrellas me acunan,
la luna me consuela
pero mi llanto te clama desconsolado.
Estrellas fugaces de ti me hablan,
centellas me traen tus versos,
y mi añoranza creces desmesurada.
Te llamo en el silencio de mi almohada,
y una brisa me trae tu perfume primaveral,
siento tu beso al despertar, tu presencia a mi lado.
Y grito a la mañana pidiendo tu presencia
la desesperación se vuelve a adueñar de mi
al correr el día y seguir tu ausencia.
Paco
14-07-09
2 comentarios:
Una delicia tu poesia.
Besos Reme.
Bellisima poesia.
Como duele la ausencia.
Sì, a veces tratamos de buscar en sueños, ese balsamo para calmar los recuerdos y al despertar solo nos espera la almohada empapada de làgrimas
Un beso
Lydia Raquel Pistagnesi
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