jueves, 30 de mayo de 2019

Comamos la manzana prohibida
y nuevamente condenemos la eternidad.

Bebamos el elixir prohibido del cuerpo
y compás a compás construyamos
la melodía de nuestra locura,

Que fluyan los jadeos, los gritos
las palabras vulgares…
se inunde todo de la música descompasada
de nuestra enajenación…

¡Aulla!
Cuando mis fauces se claven insolentes en ti,
¡Chilla!
Cuando mi lengua entra profanado tus secretos

Y ahora que tu obsesión
se estremece con mi delirio
fundamonos en el colapso de los sentidos
y comamos nuevamente la manzana prohibida.


Romero de Buñol
30-05-2019

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