Hay chorizos a la sidra,
chorizos marineros,
el chorizo del pueblo,
y el que chorizó el dinero,
hay hasta chorizo blanco…
Pasa lo mismo con los ojos,
hay ojos a la sidra o al wisky…
ojos de miradas perdida,
y extraviados que no se sabe
donde miran.
Ojos verdes… o verdes ojos,
ojos pardos, y tan pardos que son negro,
y entre todos me quedo con tus ojos,
ojos infinitos,
que llevan el firmamento grabados
y el sentido de la vida al mirar…
Ojos,
tus ojos,
con los que no paro de soñar,
de ver las estrellas reflejarse,
y la luna vagar entre ellos
dándole sentido a la noche…
Tus ojos…
son como el chorizo que chorizó el dinero,
salvo que ellos robaron mi conciencia.
Romero de Buñol
11-04-13
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