Amparo,
me llega tu beso perdido de tiempo,
la dulzura encadenada en él
que se desliza por mi piel…
que ansía rozar la tuya.
Amparo,
me llega tu beso
efímero de noche
y en mi sueño me poseen tus labios
que endulzan una y otra vez mi dormir.
Se metamorfea tu nombre
y en mis desvaríos de Morfeo te llamo Mara,
y mi besos acarician tu piel,
tus manos me escriben caricias…
y la pasión nos pierde locamente
escondidos entre besos y caricias…
Amparo,
me llega tu beso ardiente de pasión
y quiero llamarte Mara
cómo en mis sueños…
y besarte,
cómo en mis sueños…
y acariciar tu piel,
cómo en mis sueños…
y amarte Mara…
como nunca soñé
Romero de Buñol
11-01-2012.
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