Una hoja de papel
con unas mantas de tinta
que garabatean una silla,
y en el suelo,
completamente definido
un reloj de esfera redonda.
¿Quién destruyó el ocio,
el descanso, el sosiego?
o ¿quien armó el tiempo
con su segundos interminables?
No queda silla cómoda
cuando la obligación
del tiempo espera.
El deber se viste de minutos,
y el compromiso de las horas…
rompen el bienestar
cuando las manecillas se acerca
al la posición señalada…
¿Quién dibujara la silla
con todo detalle, y el reloj
arrojado al suelo, con todas
sus agujas esparcidas
perdidas entre las sombras?
¿Quién?
Romero de Buñol
29-10-2011
1 comentario:
Paso a leerte querido Poeta, tu alma de nostalgias y de sueños dorados.
Te he dicho alguna vez que admiro tus manos que al tomar un teclado escriben bellezas sin fin, que eres grande entre grandes y que soy tu admiradora siempre.
Un abrazo siempre querido Paco.
Publicar un comentario