Suena un violín
con el sonido quebrado,
los acordes desgarrados,
las calaveras
se contornean sinuosas
al ritmo
que el arco impone.
Coquetean unas con otras,
danzan, bailan…
y de pronto se para todo…
dejan entrar
a la dama de capa negra
que llega con nuevo cadáver.
Tira el negro manto
a los pies del violinista,
y le suplica música.
El violín
comienza a sonar de nuevo
y Muerte desnuda
danza, danza
con un muerto
que esta noche le hará
olvidar el mundo.
Abraza su cuerpo,
acaricia su piel inerte
mientras llenan
la pista de piruetas
junto a las calaveras ajironadas.
De las paredes
desaparecen los estucos,
los lienzos, tapices…
y todo se va metamorfosear
convirtiéndose
en un dibujo de tinta china
donde el violín
se queda mudo,
el arco a mitad pasar…
las calaveras,
sonríen, se besan eternamente
La muerte,
abrazada al difunto
con el que danza desnuda
por la eternidad…
que dura su beso.
Romero de Buñol
20-08-2011
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