domingo, 8 de mayo de 2011

miedo


Camino por un valle de invierno eterno,
de cuyas fuentes no mana
ni fría, ni cristalina agua,
de esos caño sale miedo…
que eriza la perpetua noche
como el aullido del lobo estremece el bosque.

Desemboca en unos ríos azules…
que rujen abominaciones…
y en sus márgenes no crecen arboles ni floresta
allí arrojando sus maldiciones
gente como tú y como yo…
con sus pies sumergidos en ese cauce…
regocijándose de sus propios miedos,
de sus miserias, de sus infortunios…

Cuando debiera amanecer no sale el sol,
ni un soplo de aire fresco mueve el hálito
pesado que encierra en sus misterios,
la noche, que no se distingue del día.

Despierto en esta nueva jornada,
para seguir caminando sin rumbo,
mirando la gente apostada en la orilla del rio
escupiendo sus miedos y maldiciones,
agarrándome a la esperanza de no caer yo,
no hundir mis pies en ese barro…
y caminando caminando ver una luz brillar,
unos ojos ilusionados que me llamen,
y una estrella que me guie en este firmamento
de oscuridad silenciosa…

Camino por este valle,
sin fuentes de esperanza,
ni pájaros que canten en la mañana,
camino…
sin saber mi destino…
camino…
con mis miedos y mis temores.

Romero de Buñol
08-05-11

1 comentario:

Dama de seis dijo...

Desgarradamente hermoso... Genial!


Besos.

pacocao2002@yahoo.es

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