
Mira descarada la luna,
y en tu pubis se refleja
el deseo que ella anhela.
Observa tu cuerpo sudado,
ebrio de pasión y deseo
que bajo el manto de estrellas
goza inmoral de tu amante.
Chíllale,
tu goce en climas chíllale,
que se ruborice por tu osadía
de amar desenfrenadamente
a tu amante bajo su mirada.
A tu amante que ella querría poseer.
Romero de Buñol
25-11-10
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