
Trémula y cálida murmura tu piel
bajo las yemas di expectantes dedos,
tu ojos clama compasión, mirando
mis labios que recorren tu desnudez.
Tus labios en descomunal alarido
llaman a los míos que muerden tu piel.
Y yo, mudo de pasión…
ciego y coléricamente excitado,
tan solo hago caso a las palpitaciones
que tu ser ardiente me manda.
Te poseo, te amo…
mientras mis besos se rinden a tu boca.
Romero de Buñol
14-10-10
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