
Buenos días hermosa dama,
como podrás ver tu pensamiento
me acompaña en todo momento,
y tu imagen llevo clavada en el alma.
Esa misma que me regaló el amanecer
al abrir mis ojos y despertar del sueño,
de ese donde de tu amor era dueño
y en calidos besos me brindabas tu querer.
Así pues, te deseo que pase el hoy raudo,
mientras sigo soñándote y tu grandeza aplaudo,
por que de día o de noche qué más dará
si tu imagen en mis pupilas morará,
estés, o no estés, pues eres la musa que soñé
y habitabas en mi ser hoy cuando desperté.
Paco
22-09-10
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