Se destrozó el corazón del poeta,
y las lágrimas se desplomaron
en agónicas y dolidas palabras.
Todo su amor manaba entre llanto,
llenando hojas y hojas con sus versos
que recitados en la soledad…
dolían cual daga ardiente en el pecho.
Moría, en el penoso olvido,
derramando rimas por sangre,
vaciando su corazón de ilusiones,
dejando evaporar su vida…
sin sentido.
¿Alguien llorará por él?
Tan sólo sus palabras quedaran huérfanas,
y sus poemas atrapados en el tiempo
sin poder salir de su pluma…
pero nadie llora por el corazón de un poeta
que muere clamando amor.
Muere poeta…
hay quien acudirá a tu tumba,
a leer los poemas…
que su corazón anhela oír…
eso que manan en el tuyo destrozado,
y su alma necesita para vivir…
Paco
03-07-10
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