miércoles, 9 de junio de 2010

mi diosa





El perfume a azucenas y jazmines
sedujo a la tarde otoñal,
creí que una dama se acercaba
en vuelta en un áurea de roja pasión.
Unos cabellos cobrizos derramados
en hondonadas sobre unos hombros
de sensualidad extrema.

Creí que eras una mujer, mi diosa,
te confundí hasta el monto en que
mis ojos entraron dentro de los tuyos,
y vieron… más allá de la tierra,
y vieron… más allá de los sueños,
y vieron… la eternidad de tu alma.

Florecieron los claveles, las caléndulas,
las violas, los alelíes, los narcisos,
y comenzó a cantar tierra dulce,
y se convirtió en poesía el día,
y las noches cantaron secretos.

Mi diosa,
cómo desearía poseerte,
hacer de Jenny un alma inocente
y reinventar los juegos que ella jugó.
Rasgar la palabra pasión,
y abocar sobre tu cuerpo
todo su significado.

Mi diosa…
sé que no me perteneces… lo sé,
me conformo con el goce de nuestra almas
que al unísono suenan en poesía,
sincopadas con la ternura del cariños.
que mi diosa… es lo único que te ofrezco.

Paco
09-06-10

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho esta poema,esta mujer si que se lo merece .Me alegro .Tu Paco eres un pueta de los grandes ,un dia vas a ser famoso.UN BESO

welchi dijo...

Te felicito Paco. Eres un gran Poeta,,,

pacocao2002@yahoo.es

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