
Hoy abrí una grieta en la tierra,
profunda, muy profunda la grieta,
entré en ella y fui al lado de Mi Señor,
el que me ayudará a que seas mía.
Con rabia y desesperación cavé,
usaba mis propias manos como palas.
Eran enérgicos picos que excavaban
y pronto me harán poder estar contigo.
Pecaré el resto de mi vida como pago,
seré centinela de Lucifer en la tierra
pero mientras viva, noche a noche
gozaré de mi condena sobre tu cuerpo.
Paco
14-04-10
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