
Clavo mi percha en el fondo
e impulso la barca a la orilla
a por una desgraciada alma.
Me mofaré de ellas, les escupiré,
las flagelaré con mi vara odiosa
y las haré perchar a su destino.
Sobre ellos les haré recaer mi odio,
del hijo de los dioses y su destino,
cruzar el Aqueronte una y otra ves.
Cobro un óbolo que has de traer,
si no lo tienes, tu alma ignoraré,
y vagando en la orilla quedará.
Gánate con el tiempo mi gracia,
y bajo mi mofa, mis humillaciones
te podré llevar al reino de Hades.
Yo soy Caronte, el barquero,
y mi destino es cruzar almas,
prepara el pago, a por la tuya voy.
Paco
11-03-10
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