
Camino que hoy ya nadie te transita,
y las piedras invaden tu soledad.
las boteas te acompañan polvorientas
llenando tus márgenes de olvidos.
Lejos quedan lo carros y pollinos,
paseando, yendo a la labraza, al campo,
llenando tu pista de rodadura de vida.
Lejos quedaron los niños que corrían felices,
jugando a recorrer campos,
bicicleteando emocionados,
escondiéndose de miradas… robando besos.
Hoy polvoriento te recorro en mi recuerdo,
volviendo con mi bicicleta a levantar esa estela polvorienta,
a esconderme detrás del almendro florido
y robarle un beso más a esa niña ilusionada.
Recuerdo… mi caminar solitario, meditabundo,
recorriendo buscando la repuestas,
lanzando las piedras lejos, a la nada,
esas que hoy volvieron a ti,
invadiendo tu polvorienta soledad.
y las boteas que te acompañan solitarias…
callan llenándote de olvido.
Paco
22-01-10
2 comentarios:
sólo leyendo estas letras, seguro que tu libro promete grandes cosas, a ver si me decido... gracias por compartir una parte por aquí!! Un abrazo
Hola Paco... hacias mucho que no dejaba un comentario, aunque siempre te siga... solo decirte que e sun placer leerte y seguirte.
Un abrazo, Reme.
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